Superar una ruptura de pareja suele ser un proceso difícil para cualquier persona, no obstante, a algunas personas les resulta especialmente duro debido a que han desarrollado una fuerte dependencia emocional hacia la otra persona.
Si bien sentir cierta dependencia afectiva y social, además de ser normal y saludable, incluso es necesario y positivo para mantener relaciones de pareja, un elevado grado de dependencia, además de ser dañino para la relación, dificulta enormemente que la persona que la sufre pueda seguir con su propia vida una vez finaliza una relación de pareja.