Síndrome Postvacacional: claves para superarlo

Gemma-FiguerasEl Síndrome Postvacacional es un trastorno que afecta a un gran número de personas en esta época del año al producirse el contraste entre un estado de ánimo relajado y las exigencias del trabajo que se producen a diario. Por lo general el Síndrome Postvacacional se trata de un trastorno que acaba desapareciendo en pocas semanas, una vez nuestro organismo se ha acostumbrado de nuevo a al ritmo habitual de trabajo. Es básico tener claro que se trata de un proceso normal de adaptación a los cambios que se producen.

Dentro de la psicología el Síndrome Postvacacional estaría dentro de lo que se denominan trastornos adaptativos, los cuales se basan en la aparición de malestar como respuesta a una situación que genera ansiedad o estrés. El Síndrome Postvacacional se trata de una problemática diagnosticable pero que en raras ocasiones acaba derivando en un problema real. De hecho, es incorrecto referirse a él como Depresión Postvacacional puesto que este síndrome puede desencadenar otros trastornos además de depresión, aunque no sea lo habitual.

El Síndrome Postvacacional se produce porque durante el verano tendemos a realizar actividades enfocadas a la autosatisfacción y no a las obligaciones (acostarnos y levantarnos tarde, comer a deshoras y comidas que nos resultan más apetecibles, etc.) En el momento que debemos volver a responder a las obligaciones laborales y de la vida cotidiana, supone un cambio que puede llegar a generar estrés para el organismo, provocando somnolencia, falta de concentración, cefaleas, etc.

Las personas que tienen más tendencia a sufrir Síndrome Postvacacional son aquellas que tras el periodo vacacional deben incorporarse a trabajos con un alto grado de estrés. Obviamente, adaptarse de nuevo al ritmo de trabajo es más complejo cuanto mayor sea el grado de exigencia del puesto laboral que ocupemos. Para intentar evitar el Síndrome Postvacacional lo mejor es trabajar en intentar reducir los niveles de estrés que nos provoque nuestro entorno laboral. Si aún estamos de vacaciones, lo más recomendable es que los días anteriores a la incorporación al puesto de trabajo se hagan ejercicios de acción, y adaptemos nuestros horarios para acercarlos más a los de nuestro trabajo: podemos dejar de hacer siestas, despertarnos más pronto, etc.

Una vez nos hemos incorporado al trabajo y detectamos que podemos estar sufriendo Síndrome Postvacacional lo mejor será concentrarnos en tener una buena planificación de nuestras tareas, distribuyéndolas en función del humor y la cantidad de energía de la que disponemos durante el día. Hacer ejercicio también nos puede ayudar a liberar tensiones y estrés, por lo que es importante tenerlo en cuenta si queremos evitar el Síndrome Postvacacional.

Si el malestar que le provoca el Síndrome Postvacacional no remite en un periodo de 2 o 3 días, lo más aconsejable es que se ponga en contacto con un profesional que pueda ayudarle con su readaptación al entorno laboral.

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